viernes, 8 de abril de 2011

LA PAJA EN EL OJO AJENO.- Por: Fernando Alvarez D.

Ser católico y Ciudadano.-

El domingo pasado, en la Catedral Metropolitana, el Cardenal Norberto Rivera Carrera nos dijo en su homilía que los católicos debemos ser ciudadanos y que debemos ejercer nuestros derechos ciudadanos de acuerdo a los principios de nuestra fe. Aquí se empieza a poner un poco muy difícil (sic) entender y aplicar lo que nos pide el Cardenal y ser congruentes. Veamos por que. No nos referiremos a las campañas políticas que se avecinan, que también hay tela que cortar en ese tema, sino a los principios que promueve la Iglesia.
La Acción Católica Mexicana publica un documento que nos habla sobre lo que significa ser católico y ciudadano:

El ser cristianos nos inserta de manera plena en el mundo, en la sociedad. Un buen católico tendrá que ser también una persona responsable, sensata y cooperadora con la comunidad y, si las normas que establece el Estado son para bien, tiene la obligación de atenderlas.
“La Iglesia pide al católico atender sus obligaciones civiles, ya que forma parte de una sociedad en la cual debe participar y buscar el bien común; de esta manera se atiende también el bien particular.”
José Luis Aboytes
Acción Católica Mexicana,- Diócesis de Querétaro.


 En México DF, las normas que estableció el Estado, y aprobadas por la Suprema Corte de Justicia,  son para el bien de las personas que son discriminadas por su preferencia sexual pero que como ciudadanos tienen los mismos derechos que cualquier otro, como por ejemplo, el contraer matrimonio con personas del mismo sexo, y la Iglesia, y los católicos tienen la obligación de atenderlas. Este es solo uno de muchos ejemplos de principios “morales”  en los que no hay congruencia ni autoridad moral, por parte de la Iglesia y que se oponen radicalmente a lo que el Cardenal Rivera expone: “Debemos ejercer nuestros derechos ciudadanos”, pero no hay congruencia para que nuestros derechos ciudadanos vayan, como dijera el P. Chon “ en órden a…” los principios de nuestra fe.
Estoy convencido de que no es en México solamente donde cada vez se hace mas ancha la brecha entre nuestros principios de fe y nuestros derechos ciudadanos. En muchos países la Iglesia misma, que no una campaña orquestada como un “complo” en contra del Papa, ha hecho su trabajo para perder credibilidad y autoridad moral. Escuchen el caso de Juan Diego, de nombre muy cercano a Nuestra Virgen de Guadalupe, y luego, lean la nota del periódico español “El Mundo”. Luego platicamos.

LA PAJA EN EL OJO AJENO.-
LA PAJA EN EL OJO AJENO


UTILIZÓ EL MICRÓFONO DEL ALTAR MAYOR 
Un párroco se niega a viva voz a dar la comunión a un feligrés gay
Nunca se ha caracterizado por manifestaciones contrarias a la homosexualidad - Salió en defensa de Mantero, el religioso que confesó su homosexualidad en una revista 

SERVIMEDIA | ELMUNDO.ES





MADRID.- En la localidad de Guarromán(Jaén), durante la misa del domingo, Juan Diego Fuentes, de 30 años, se dirigía a recibir la comunión cuando el párrocointerrumpió los oficios y, utilizando el micrófono del atril, en el altar mayor, se dirigió a él y le preguntó a viva voz si no era él quien se había casado con un hombre recientemente. Después, le negó el derecho a comulgar.
Padre Domingo García,- Párroco del Pueblo

Juan Diego es homosexual y recientementese inscribió junto a su novio, Ángel de los Reyes, de 39 años, en el registro de parejas de hecho de la Junta de Andalucía. Hasta ese momento, Juan, cristiano devoto, acudió con regularidad a recibir misa. De hecho, el párroco, que estaba al corriente de su orientación sexual, mantenía con él una cordial relación, según explicaron Juan y su pareja.
"Delante de todo el pueblo -además de los habituales de la misa del domingo, se celebraban dos bautizos ese día- el párroco le preguntó también sobre si había hecho o no la confirmación y sobre si había comulgado o no recientemente", explicó Ángel, quien aseguró que el sacerdote conocía de sobra la respuesta a esos interrogantes.
Después de un par de preguntas más, continuó Juan, "el sacerdote me negó la comunión porque la Iglesia no permite que yo la tome por estar casado con otro hombre y por ser como soy". Fue en ese momento cuando "supliqué al párroco la comunión por humanidad". Éste se la negó de nuevo. Juan afirma que entonces sintió "vergüenza ajena y una gran humillación. Bajé la cabeza y me fui llorando del templo".
Posteriormente, según informa Andrés Moya desde Guarromán, la pareja volvió al templo "para pedirle explicaciones y nos dijo que el motivo de impedir la comunión era que ahora estoy casado y antes no lo estaba", explica Juan Diego.
Juan Diego y su Pareja

Salio en defensa del cura Mantero
El cura del pueblo, Domingo García. (Foto: EL MUNDO)
El cura en cuestión se llama Domingo García Dobao. Nunca se ha caracterizado por manifestaciones contrarias a la homosexualidad. Incluso fue él una de las personas que salieron en defensa del padre José Mantero, de Valverde del Camino (Huelva), tras confesar su condición gay.
El parroco de Guarromán justificó su decisión afirmando que se había limitado a aplicar el canon 215 de la Iglesia, según el cual no pueden recibir la comunión quienes obstinadamente persisten en un manifiesto de pecado grave.
Ángel y Juan han interpuesto una denuncia contra el párroco "por humillación psicológica delante de todo el pueblo". Quieren que sea trasladado y abandone Guarromán. "A él no le pedimos nada y esperamos que la ley se pronuncie sobre lo que nos ha hecho", afirmaron.


Muy bien, pues si oíste el audio y leíste la nota, te preguntarás: ¿Cómo nos pide el Cardenal ejercer nuestra ciudadanía, cuando la misma Iglesia se opone? ¿Cómo entendemos los principios “morales” que nos impone cuando el mismo Padre de San Cosme, José de Jesús Aguilar afirma que la Iglesia está plagada de curas homosexuales? y cuando ellos mismos pecan y delinquen por pedofilia que da gusto y se protegen los unos a  los otros?
La Paja en el Ojo Ajeno…

1 comentario:

Anónimo dijo...

No olvidemos que Juan Diego fue mensajero y, en repetidas ocasiones, no fue escuchado excepto...por Santa María de Guadalupe.Asi sucede con los mensajeros....Rosi A.