viernes, 29 de julio de 2011

COMO DICE LA BIBLIA



Una amiga de la infancia, llorando me platica el motivo de su tristeza. Ella es homosexual y sufre la discriminación no solo de sus compañeros de trabajo, sus amistades, su familia, sino también de la Iglesia.

Ella es católica, de hecho nos conocimos en San Cosme. Su sobrina va a hacer su Primera Comunión y la eligió a ella como madrina.

En los preparativos para la primera comunión, acude a la iglesia junto con su pareja y el padre le dice que no puede ser madrina porque es homosexual y eso es una perversión,

“Así lo dice La Biblia en el libro del Levítico, capítulo 18, versículo 22, escucha… “No tendrás relaciones con un hombre, como se hace con una mujer. Esto es abominable”

“Está claro, no? ¡Lo dice La Biblia y punto!”
Yo le daría las gracias al sacerdote por educar a la gente en la Ley de Dios y cada vez que se intenta defender la homosexualidad se menciona ese versículo de La Biblia y punto. Sin embargo yo quisiera que usted, padre me aconsejara sobre otras leyes divinas y cómo cumplirlas, por ejemplo:

Si yo quisiera vender a mi hija como sierva, tal como dice el Libro del Éxodo, capítulo 21, versículo 7, ¿Cuánto me darían por ella, en ese mercado del sureste donde se trafica con niñas? La Iglesia debe estar de acuerdo con eso pues así lo dice la Biblia.


También  el Levítico, capítulo 25, versículo 44 nos enseña que podemos poseer esclavos y esclavas siempre y cuando sean adquiridos en naciones vecinas. Ahora me explico porqué estamos tan a gusto con el tránsito de indocumentados de México a Estados Unidos y Canadá, ¡Se trata de la Ley de Dios! Lo que no me explico es ¿por qué no opera lo mismo de Canadá y Estados Unidos hacia México y no tenemos esclavos gringos y canadienses?
También la Biblia nos manda no tener contacto con ninguna mujer durante su periodo de impureza menstrual,  Levítico, capítulo 18, versículo 19. La cuestión es que se ofenden cuando les digo que, por cumplir piadosamente con lo que dice la Biblia, les pregunto ¿cuándo te toca?


Y entonces, como durante siete días son impuras y no pueden pisar el templo sagrado de Dios, ¿no sería conveniente poner en todos los templos un letrero bien grande y visible que diga: “SE PROHIBE LA ENTRADA DE PERROS, VENDEDORES AMBULANTES  Y MUJERES MENSTRUANDO”?
Tengo un vecino que insiste en trabajar los sábados. El Éxodo capítulo 35, versículo 2, dice claramente que ha de recibir la pena de muerte. ¿Estoy moralmente obligado a matarlo yo mismo? O mejor dejo que ese trabajo lo haga Calderón y El Equipo de la Policía Federal, que lo hace tan bien, total, son daños colaterales y bíblicos.
Y, padre, por favor, en El Levítico, capítulo 18, versículo 21, dice que  no puedo acercarme al altar de Dios si tengo un defecto en la vista. He de confesar que tengo siete cirugías en mis ojos, mi agudeza visual es del 30%, ¿le podría hacer una rebajita a esta exigencia?
Y, padre, por último, como nuestro guía espiritual, díganos ¿qué debemos hacer? En Guanajuato, un señor que trabaja su tierra y tiene una granja, no cumple con lo que se dice en el Levítico capítulo 19, versículo 19, ya que planta dos cultivos distintos en el mismo campo, y también lo incumple su mujer, ya que lleva prendas hechas de diferentes tejidos, algodón y poliéster. Él, además, se pasa el día maldiciendo y blasfemando. ¿Es realmente necesario llevar a cabo el engorroso procedimiento de reunir a todos los habitantes del pueblo para matar a pedradas a esa pareja como pide el mismo Levítico en el capítulo 24, versículos 10 al 16? ¿No podríamos sencillamente quemarlos vivos en una reunión privada, como se hace con la gente que duerme con sus parientes políticos, tal como se indica en el libro sagrado, capítulo 20, versículo14?

Sé que usted, padre,  ha estudiado estos asuntos con gran profundidad, así que confío plenamente en su ayuda.

Gracias de nuevo por recordarnos que la palabra de Dios es eterna e inmutable. Y punto.




lunes, 18 de julio de 2011

Y... en un principio... Parte III Por: Fernando Álvarez Díaz.


Continuamos con la tercera y última parte del tema “Génesis y Teoría de la Evolución”




Estoy aquí por el más puro azar. Hace algunos años, en una noche cualquiera, uno de los 100 millones de espermatozoides de mi padre ganó la carrera y se unió a un óvulo de mi madre. 

Mi cuerpo contiene ahora mil millones de millones de células. 

Cada una guarda una copia completa de mi ADN, único e irrepetible.

Y en cada una, un delgado hilo mitocondrial me religa a cinco mil generaciones de mujeres. 

En cada célula, 23 pares de cromosomas. 



En cada cromosoma, las espirales inmortales con sus genes egoístas.

Y en las espirales, mil millones de palabras escritas con apenas cuatro letras, el alfabeto de la vida. 



Ellas diseñaron el cerebro, el más sorprendente invento de la Naturaleza que hace posible todos los inventos de la Cultura, desde la rueda hasta los dioses. 

Y la escritura, memoria de nuestra especie. 
Mi cerebro alberga 100 mil millones de neuronas en su pequeño territorio gris. 

Estas neuronas me permiten pensar, tener conciencia de mí y saber de mi muerte. 



Cada una establece miles de sinapsis con las neuronas vecinas. La cifra de ideas y emociones posibles que esto representa es muy superior al número de protones y electrones que existen en el Universo. 

Con unas cuantas de ellas escribí estas palabras. Deseo que se repliquen en otros cerebros como memes de asombro. 

Abismo que llama a otro abismo: toda la materia explosionada desde el principio cabrá en un grano de arena si triunfa la fuerza de la gravedad. 

Y volverá a expandirse y a contraerse, una y otra vez, en un derroche de misterio. 

Soy una chispa efímera de esa energía inagotable. 

Estoy aquí, sabiendo ya cómo funciona el cosmos y esperando el porqué.


Carl Sagan, Miles de Millones, Ediciones B, Barcelona, 1998. 


lunes, 11 de julio de 2011

"Cuando un amigo se va..." Por: Fernando Álvarez Díaz.




Cada mañana es una buena noticia,
cada niño que nace es una buena noticia,
cada hombre justo es una buena noticia,
cada cantor es una buena noticia, porque cada cantor, es un soldado menos...
Cuando me marché de mi casa, niño aún, tenía siete años.
Mi madre me acompañó a la estación, y cuando subí al tren me dijo: Este es el segundo y último regalo que puedo hacerte, el primero fue darte la vida, y el segundo, la libertad para vivirla.


Antes que cantautor, Facundo Cabral fue un mensajero de paz.
Nació en la Plata, Argentina... pero él no era de aquí ni de allá, sino del mundo. Fue asesinado en Guatemala a los 74 años... pero él no tenía edad ni porvenir. Padecía un cáncer avanzado y estaba casi ciego... pero ser feliz era su color de identidad.





Se nos ha ido Facundo Cabral, uno de los más importantes compositores y cantantes de nuestro continente. Un agitador espiritual, como él se definía. Un hombre libre y liberador. Un profeta de la irreverencia y el buen humor.


No vamos a llorar por su muerte. Como él mismo decía, “llorar por la muerte es faltarle el respeto a la vida”.






Mejor oigamos un monólogo donde él mismo nos dice cuál es su filosofía de la vida.

Sólo haz click aquí abajo:




CUANDO UN AMIGO SE VA...

viernes, 8 de julio de 2011

“Y… en un principio…” Por: Fernando Álvarez Díaz.


2ª. Parte.-
Continuamos con la segunda de tres partes del tema “Génesis y Teoría de la Evolución”



Hace 10 millones de años, se fracturó la corteza del continente africano formando el Valle del Rift. 

Nuestros primos hermanos, los chimpancés, evolucionaron en las selvas de occidente. 

Nuestros antepasados, en las sabanas orientales. 



Después de 4 millones de años, bajaron de los árboles, se irguieron, caminaron en dos pies y liberaron sus manos. 




Hace un millón de años, estos antecesores fabricaban hachas de piedra y ensayaban palabras en torno al fuego domesticado. 

Adornaban sus cuerpos y enterraban a sus muertos. Estrenaron la risa, antídoto del poder. 



Los neandertales fueron sus descendientes. 

Junto a los grandes lagos africanos y del mismo linaje, con apenas mil siglos de andadura, surgimos los sapiens. 

En un calendario cósmico a escala de un año, nuestra presencia se limitaría a los tres últimos minutos de la última hora del último día.

Nuestras abuelas y abuelos, de piel negra y mayor desarrollo del lenguaje, empujados por el hambre y la curiosidad, emigraron por todos los continentes y dominaron a las demás especies. 



Gregarios y pendencieros, aprendieron a cooperar por la necesidad de la caza y el sustento de las crías. 

Y a quererse, para conjurar soledades. 

Conocieron también la codicia, raíz de todas las guerras. 

Y el miedo a los diferentes con su fruto envenenado, la arrogancia. 

Al principio, eran un clan pequeño, tal vez unas 600 personas. 



Ahora somos más de 6 mil millones de personas sobrepoblando la Tierra. 

Una de ellas, soy yo. 



Carl Sagan, Miles de Millones, Ediciones B, Barcelona, 1998. 

miércoles, 6 de julio de 2011

Y... en un principio... Por: Fernando Álvarez Díaz.


En una entrada anterior, "¿ADÁN Y EVA... TENÍAN OMBLIGO?", hablamos sobre el Génesis y la teoría de la evolución, hoy quiero compartirles este texto, muy interesante, en tres partes. 

Esta es la primera: 





En el principio fue la Gran Explosión. Desde hace 15 mil millones de años el Universo existe y se expande. 

200 mil millones de galaxias pueblan el espacio y el tiempo. 

Una de ellas es la Vía Láctea. 

                                               

200 mil millones de estrellas gravitan en su brillante espiral. 

Una de ellas, amarilla y mediana, es el Sol. 

 La estrella más cercana al Sol es Alfa Centauri. Se encuentra a 40 millones de millones de kilómetros.
 
Llegaríamos a ella después de cuatro años y tres meses cabalgando un rayo de luz.

La Luna tarda un mes girando en torno a la Tierra. 

La Tierra tarda un año en torno al Sol. 
El Sol, 220 millones de años en torno al disco incandescente de la Vía Láctea y a su inquietante agujero negro. 

La Tierra cumple su órbita a 108 mil kilómetros por hora. 
En los bordes del Universo, los quásares se desbocan a casi 300 mil kilómetros por segundo. Los observamos hoy tal como brillaban en el alba de las galaxias. 


Nuestro planeta, el tercero a partir del Sol, se condensó hace 4 mil 600 millones de años. 

Polvo de estrellas, moléculas complejas liberadas por supernovas alcanzaron la naciente Tierra. 

Al poco tiempo, aparecieron en el agua los primeros replicadores, formas ancestrales de la vida. 

Las algas verdiazules aprendieron a comer luz y llenaron los océanos. 

Después de centenares de millones de años las células errantes se asociaron en colonias. 

Ellas inventaron el sexo y su inevitable compañera, la muerte. 

En los mares del Cámbrico y en los continentes emergidos estalló la diversidad. 

30 mil millones de especies han vivido durante la historia de la Tierra y sobre su frágil envoltura sólida. 

La Naturaleza fue seleccionando, con paciencia de relojero, las que mejor se adaptaban al entorno. 


Hace 65 millones de años un meteorito gigante aniquiló a los dinosaurios y a una multitud de seres vivos. 
Por esta casualidad, prosperaron los mamíferos.

 
Carl Sagan, Miles de Millones, Ediciones B, Barcelona, 1998. 
 

CONTINUARÁ