lunes, 28 de noviembre de 2011

Pablo Richard: ‘Mientras haya pobres, habrá Teología de la Liberación’






Entrevista a Pablo Richard
Segunda Parte.-
Mayra Rodríguez. Encargada de comunicaciones del Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala,

jueves, 26 de mayo de 2011.


MR: En uno de sus últimos análisis: "Pedofilia y poder”, usted hace afirmaciones muy arriesgadas. Habla de confrontar la actitud de la Iglesia católica, por un lado frente al fenómeno pedófilo y, por el otro, frente a la Teología de la Liberación. Afirma que la homosexualidad puede ser una opción legítima si está guiada por una ética de amor y fidelidad y que la exclusión de la mujer de la estructura jerárquica católica es la otra cara de la masculinización absoluta del ministerio clerical, llegándose a preguntar cómo se analizarían esos problemas si la mujer, ordenada como cardenal, tuviera acceso a altos cargos dentro de la estructura jerárquica de la Iglesia.

¿Existió alguna reacción de la curia católica a sus planteamientos o simplemente los obviaron para silenciarlos?





*** PR: La iglesia tiene terror a hablar de estos temas. Tiene miedo. Con ese artículo yo no recibí ninguna crítica de parte de la jerarquía, y es debido al temor que hay en relación a los temas.

Hoy día en la ética de la Teología de la Liberación aceptamos, por ejemplo, que la homosexualidad es una manera de vivir, es una opción. Pero la Iglesia y su jerarquía no entran en estos temas por el temor a que se desate una discusión donde no tienen mucho que decir, pues son temas que no se discuten.

Estos son problemas de la modernidad y la Iglesia católica los ha rechazado: no quiere saber de la homosexualidad o de la participación de las mujeres. En este último por ejemplo, no hay un solo argumento, ni bíblico ni teológico, para excluir a la mujer del sacerdocio y la Iglesia lo rechaza, porque tiene una visión pre-moderna de lo que es la mujer.

En fin, la Iglesia no habla mucho de estos temas, porque no sabe que decir, y cuando ha entrado, ha entrado mal, ha ocultado a pedófilos, no ha escuchado a las víctimas, no ha hecho análisis a profundidad, porque si entra a esta discusión van a surgir muchos más problemas para la jerarquía por su posición tan conservadora.

MR: También en su espíritu de lo que pudiera llamarse "un provocador teológico” ha dicho que no existe una Iglesia, sino modelos en cómo ser Iglesia; y se refiere a uno dominante y tradicional que fenece de manera irreversible ante otro que busca, precisamente, uno alternativo y más contextualizado. A su juicio, ¿qué características o hacia dónde debe enfocarse ese modelo calificado por usted de emergente?

*** PR: El modelo de la iglesia de cristiandad ha entrado ya en una fuerte crisis, es irreversible y se avecina un colapso, porque no tiene los elementos ni fundamentos teológicos ni teólogos o teólogas para superar esta situación. La pedofilia ya es un signo muy serio de esa crisis profunda, y peor aún el ocultamiento que la iglesia ha hecho de ello. Evidentemente y aunque no como una consecuencia directa, la gente va a recurrir al modelo alternativo, va a buscar en la Iglesia de los pobres, una manera de vivir su fe.

Entonces esta Iglesia emergente, de los pobres, la Iglesia del pueblo de Dios, debe tener las siguientes características:

Primero, una opción preferencial por los pobres y contra la pobreza: hay que crear estructuras en la Iglesia para vivir con ellos (los que viven con VIH/Sida, los marginados, los de la calle, etc.) Ahora mismo son muchos, pero son invisibles a la sociedad y esta situación es algo que la Iglesia debe transformar.

Segundo, las comunidades eclesiales de base: donde se une la oración y la comunidad, no importa que sean pocos y pocas, lo que cuenta es la calidad.

Para la Iglesia de la cristiandad lo importante es la cantidad, porque tienen criterios comerciales, de mercado. Me atrevo a decir que no importa que la Teología de la Liberación muera, en tanto que no sigan muriendo los pobres, pero que mientras haya pobres, habrá teología de la liberación, habrá Iglesia del pueblo de Dios.

Tercero, la lectura popular de la Biblia: lo mejor que podemos hacer en este tiempo de crisis es devolver la Biblia al pueblo, con libertad y autonomía. Por 400 años la Iglesia estuvo sin Biblia, pero el Concilio Vaticano II rompió con esta tradición y la devolvió al pueblo.

Cuarto, la Teología de la Liberación: Hay que dejar de hacer lo que ha provocado que ya no se haga teología. Hay que perder el miedo, superar la teología del miedo: los laicos le temen al cura, el cura al obispo, el obispo al Vaticano y el Vaticano a la Teología de la Liberación…. Se debe dejar el miedo y tener fe.

Quinto, una Iglesia autóctona: es la que nace de los mismos pueblos que van descubriendo el Evangelio.

Sexto, la vida religiosa se inserta: en los ambientes de las y los marginados y despreciados.

Séptimo, los nuevos ministerios: hay que desacralizar y "desacerdotizar”, superar distancias entre laicos y clérigos, que desaparezcan las divisiones. Y aquí exclamar: ¡NUNCA MAS UNA IGLESIA SIN MUJERES! Deben ser integradas como maestras, sabias, teólogas, que asuman todas las funciones del presbiterado.

Octavo, Iglesia como centros de formación: las y los laicos son el futuro de la Iglesia, por lo que la formación es importante.

Noveno, una Iglesia de profetas y mártires.

Y por último, en décimo lugar, evitar las contradicciones innecesarias y crecer donde están las fuerzas. No sirve criticar y gritar contra la Iglesia de la cristiandad, pues los dos modelos de Iglesia no viven separados y confrontados entre ellos. Los modelos se entrecruzan. Encontramos signos de la presencia de Dios en la Iglesia de la cristiandad y signos de cristiandad en la Iglesia de los pobres.

MR: Hagámonos la idea de que usted es un doctor en medicina y tiene que dar el diagnóstico de un enfermo que, en su historia clínica, tiene por nombre Teología de la Liberación: ¿Cuál sería su pulso y su presión arterial?

¿Padecería una dolencia pasajera, cáncer o habría que redactarle un dictamen necrológico en el actual contexto político y eclesiológico de América Latina?

*** PR: No podría dar un pronóstico fatídico, porque, de hecho, hay un resurgir de la Teología de la Liberación, aunque la Iglesia lo niegue. La lectura popular de la Biblia, las comunidades eclesiales de base, son una fuerza que no pueden detener. Los pobres mismos necesitan de esta Iglesia, la necesitan para sobrevivir. No es la Iglesia que necesita de dinero para sobrevivir, sino pobres que necesitan de la Iglesia para sobrevivir. Y esto es por todos lados en El Salvador, en Guatemala, en Costa Rica y en muchas otras partes del mundo.

Movimiento Teologìas Para La Liberaciòn -Chile Correo
: opcion_porlospobres_chile@yahoo.com

No hay comentarios: