"COMO DICE EL DICHO...
EL HOMBRE ES FUEGO, LA MUJER ESTOPA. LLEGA EL DIABLO Y... SOPLA"
El Padre José de Jesús Aguilar, Párroco de San Cosme, conocido ampliamente, no por su compromiso con la gente de su comunidad sino por sus frecuentes apariciones en programas de radio y televisión, algunos de ellos realmente indignantes, como "Desmadrugados" en los que representa no a un personaje ficticio, sino a él mismo, un sacerdote católico, haciendo mofa de su ministerio, es nuevamente tema en este blog.
En la más reciente de sus actuaciones, en el programa: "Como dice el Dicho..." Del Canal de Las Estrellas, interpreta nuevamente al Padre José, (o sea, él mismo) que a consecuencia de un golpe en la cabeza en un asalto, pierde la memoria, (un recurso muy pobre y por demás gastado para estructurar un argumento serio). José no recuerda que es cura y se enamora de una mujer. (Gabriela Goldsmith) Cuando ésta relación está a punto de formalizarse, sufre otro asalto y otro golpe en la cabeza que lo hace recordar que es cura y decide dedicarse a su ministerio.
Sin más comentario sobre el programa, que no lo merece, la situación me da pie para comentar acerca del celibato sacerdotal.
¿Jesús impuso esta ley?
¿Cuándo comenzó?
Jesús no prohibió a nadie el casarse y formar una familia. ¿Cómo iba Él a imponer ese yugo si muchos de sus discípulos tenían a su mujer?: Felipe, Natanael, Pedro, Mateo... Todos.
Y... ¿En La Biblia? Dios nos dice que no es bueno que el hombre esté solo. Incluso Pablo, que era bastante severo, recomendó que los obispos tuvieran su mujer y decía que si no podían administrar bien su casa, menos podrían administrar su comunidad.
Entonces, ¿cuándo comenzó esta ley del celibato?
Fue en el año 325, en El Concilio de Nicea cuando se decidió que los curas no deberían casarse. Unos años antes, el Emperador Romano Constantino les había regalado a obispos y sacerdotes, muchas tierras y dinero. Por lo que si eran casados, al morir, sus riquezas las podrían heredar sus esposas e hijos y no la Iglesia. Aún así, hubo muchos sacerdotes con mujeres e hijos pero que no reconocían como legítimos, por lo que sin miramientos, los dejaban completamente desprotegidos.
El Celibato era la forma de proteger el patrimonio de la Iglesia. En la actualidad siguen operando de la misma forma. Basta con recordar al Padre Maciel y la inmensa fortuna que administra la Orden de Los Legionarios de Cristo, y sus hijos y concubina en México sin recibir nada de parte de la Iglesia.
El Papa Paulo III, que tuvo unos cuantos hijos ilegítimos, fue quien impuso definitivamente la obligatoriedad del celibato para todos los sacerdotes, en el Concilio de Trento.
¡Cuanta hipocrecía!
¿Y los hijos? ¿Y las mujeres, concubinas de los sacerdotes? ¿Estarán de acuerdo con el celibato sacerdotal y ser madres e hijos ilegítimos?
La Iglesia, con el celibato, se empeña en ocultar la sexualidad que Dios nos dio a hombres y mujeres para nuestro disfrute y se lo adjudica a Dios mismo, como una de las leyes de la Iglesia, esto si es contra natura y no la homosexualidad, de la que podemos hablar que cunde en ministros del clero, y que también niega y oculta.
Como también oculta, protege y encubre a clérigos depredadores sexuales de infantes.
El Papa Francisco se expone humilde, y está en la humildad reconocer, corregir y compensar lo que con soberbia se ha ocultado por siglos en la Iglesia detrás del voto del celibato.
La Pregunta es: ¿tendrá el Papa la altura de un verdadero discípulo de Jesús para desatar en la tierra lo que Dios a desatado en el Cíelo?
"Como dice el dicho... El hombre es fuego y la mujer estopa. Llega el diablo y ... Sopla"
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