¿La Fe está coja?
¿Que
la fe está qué…?
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Vamos a explicarnos:
¿Ustedes han intentado sentarse en un banquito con tres patas, pero que tiene una de ellas más larga que las otras? ¡Qué incómodo! En
cualquier momento se caen de espaldas.
Pues
me temo que eso pasa en nuestra vida, en la vida de mucha gente que se llama cristiana.
La
vida de los que seguimos a Jesús también tiene
tres puntos de apoyo.
Esa vida se
distingue por tres cosas; por…:
Lo
que rezamos
Lo
que conocemos
Lo
que hacemos
¿A
cuál de las tres damos más importancia?
Seguro
que alguno dirá que las tres son
importantes. Sí, pero….
1.- Mucha
gente piensa que uno es buen
cristiano cuando va mucho a misa, asiste
a ceremonias religiosas, a procesiones, a oraciones… o sea que somos cristianos
por lo que rezamos.
Pero
no nos fijamos mucho en las otras dos
patas que sostienen nuestra fe, que son :
2. Lo que conocemos, lo que estudiamos y
pensamos: ¿Qué sabemos de Jesús y de su palabra además de lo que estudiamos en el catecismo de pequeños?
Ahí
se quedan, para muchos, sus conocimientos.
Cuando
crecen aprenden mucho de la vida, de su profesión y su trabajo. Pero de la fe…
Ahí se quedaron. Hay personas mayores que
cuando hablan de temas religiosos demuestran conocimientos de niño
pequeño.
Después,
los que se confirman, reciben alguna
enseñanza religiosa pero no vuelven a tener más conocimiento del mensaje de Jesús. Fíjense que no hablo de “saberse de memoria” muchas cosas, sino de
conocer bien lo que Jesús dijo e hizo y de cómo eso que enseñó nos sirve para
nuestra vida ahora en nuestro tiempo.
Jesús anunciaba su mensaje para la vida de su tiempo y del país en que vivía…
y para que también lo apliquemos hoy.
Hoy
muchas cosas de la fe que aprendimos de pequeños no sirven.
La
vida ha cambiado mucho y los que se
dedican a conocer bien la Biblia, la explican cada vez mejor. También explican mejor la vida de Jesús y sus
palabras. Pero muchos cristianos sólo repiten lo poco que aprendieron de
pequeños y lo entienden mal.
Un
cristiano de verdad dedica por lo menos
tanto tiempo a conocer mejor la palabra de Dios… Dedica a eso tanto tiempo, por lo menos, como a asistir a
misas y rezos.
Además
cuando se conoce mejor lo palabra de Dios, se reza mejor. Algunos rezan oraciones que no se parecen en
nada a lo que enseñaba y oraba Jesús.
Es importante que un buen cristiano se reúna
en grupos donde juntos conozcan,
mediten la Biblia, el evangelio, y
piensen cómo vivir eso en el país y en la época en que ellos viven.
Pero
falta la tercera pata de la vida de un cristiano:
3.- Lo que hacemos: Si uno dice: “yo
cumplo los mandamientos, no robo ni mato, ni… “
La pregunta que le hacemos es…: “muy bien . Pero ¿qué hace usted además de cumplir sus obligaciones?”. Jesús no se dedicaba solo a cumplir sus obligaciones. Tampoco estaba metido en el templo. Jesús salía a hacer el
bien. Para eso estaba siempre preocupado
no solo por sus problemas sino por los problemas de los demás. Sobre todo de
los enfermos, los pobres, a los que nadie hacía caso. A Jesús le
molestaba la gente muy piadosa que no se preocupaba de hacer el bien. “No todo el que dice: ¡Señor señor!,
entrará en el reino de los cielos sino el que
hace la voluntad de mi Padre”.
Cuando
oramos, la oración nos debe ayudar a vivir
haciendo el bien, trabajando por el reino de Dios, que es un
mundo nuevo, en amor, paz y justicia. (Así oraba Jesús: “Venga tu reino, hágase tu voluntad”)
Cuando
leemos y comentamos el evangelio, eso nos tiene que ayudar a hacer el bien, a trabajar por el reino
de Dios (eso es lo que Jesús predicaba),
un mundo nuevo , en amor, paz y
justicia.
Ahí
tenemos las tres patas del banquito de la fe: Oramos y conocemos
el Evangelio para trabajar por el reino Dios.
Que
no nos falte ninguna pata.
Que
no se nos quede coja la fe.
Pregunta
final: Y a usted, a su vida cristiana, ¿le falta alguna de las tres patas? Pregúnteselo
sinceramente.
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