viernes, 28 de febrero de 2014

LOS POLÍTICOS Y SUS COMPLEJOS



     
     "Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente
si un traidor puede mas que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente. "


     Esta generación de jóvenes en edad escolar, de nivel básico y medio, principalmente, secundaria y bachillerato, se caracteriza, entre otras cosas, por una marcada indolencia y apatía frente a la situación que se vive en su entorno. La violencia, la delincuencia, la impunidad, la carestía, la falta de oportunidades para estudiar una carrera profesional, la falta de empleo, la política.
¿En dónde centran su interés?
En los medios de comunicación: Facebook, Twitter, Whatsapp, televisión, cine.
En el fútbol, en la música de banda, perreos. En el sexo.
¿Cuál es el problema?
Al menos, en su mayoría, no se centran en ser figuras del narco, dealers, cobradores o narcomenudistas o Halcones, que son "oficios" bien pagados; o consumidores adictos, dependientes de la droga.
El problema es que de sus decisiones políticas depende el futuro electoral de nuestro país, siendo los jóvenes en edad de votar, la fuerza electoral más grande. Y... Después nos preguntamos todos: ¿de dónde viene esta situación que estamos viviendo? Pues de nuestra decisión al votar por el más güapo o el que parece tener más dinero y me dio mi tarjeta Soriana, o el que se casó con "la Gaviota".
A ellos principalmente quiero dedicar, como decía mi Mamá, en manzanitas, estos temas.
     
Los Políticos y sus complejos:

Los políticos padecen determinados complejos.

Por ejemplo, El complejo de Adán.

Antes de mí, nadie. Antes de mí, nada.
La obsesión de los gobernantes por creerse únicos e irremplazables cuando llegan al poder.
La vanidad de pensar que el mundo empieza con ellos, que en gobiernos anteriores no hubo más que errores y corrupción.

El Complejo del León Celoso.

¡Fuera de aquí, vamos, todos fuera!
El león no soporta hijos ajenos. Si la leona tiene crías de otros leones, los mata.
Es el político que sustituye a los funcionarios de la administración anterior, que suspende proyectos avanzados que hacen sombra a su nueva gestión.

El Complejo de Madre Teresa.

Yo soy muy generoso… quiero sacarlos de la pobreza.
Sus planes de gobierno consisten en dar bonos a los sectores populares, repartir alimentos, regalar pescados sin enseñar a pescar.
Convierten al gobierno en una agencia de beneficencia. Para ganar votos en la próxima elección.

Otro ejemplo, El complejo de Malinche.

No tenemos otro camino, sólo la inversión extranjera nos puede desarrollar.
Igual que aquella mexicana que se vendió al invasor español, estos políticos venden el país a las transnacionales.
No son de derecha ni de izquierda. Son vendepatrias.

El complejo de Mente Brillante.

Pero, ¿de qué están hablando esos estúpidos? No saben lo que dicen.
Caudillos autoritarios, están convencidos de tener la verdad, toda la verdad, siempre la verdad.
No toleran ninguna crítica. No soportan opiniones contrarias a la suya. En vez de asesores prefieren aduladores.

Otro ejemplo, El complejo del Camaleón.

"Después de sopesar pros y contras, hemos tomado esta difícil decisión…"
Cambian de partido, cambian de camiseta, cambian de principios.
Tenían el corazón a la izquierda, pero la billetera a la derecha.

El complejo de Pinocho.

Empleo para la juventud. Seguridad ciudadana. Cero inflación. Hambre cero. Y sobre todo, nada de refinerías, porque nosotros sí respetamos el medio ambiente.
Prometen, prometen, prometen durante la campaña. Pero una vez ganada la elección hacen exactamente lo contrario.
La nariz les crece. Pero a estos mentirosos no les importa demasiado.
¿A quién se parece este pinocho político?

El complejo de Rey sin Corona.

Lo merecemos porque, a fin de cuentas, bastante nos sacrificamos por el pueblo. ¿O no?
Se dan la buena vida: viajes internacionales, banquetes, mujeres, pachangas en el mismo edificio del Senado, orgías…
Trabajan poco porque… están muy cansados de descansar.
Ya lo dijo un renombrado político: "Un político pobre es ...un pobre político"

Cualquier parecido con la realidad… es pura realidad.

Como dijera el decano de los filósofos contemporáneos "Chabelo": "Mucho ojo...eh?"




Información: Radialistas.net
     
     



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