A las
cosas por su nombre.-
Al pan,
pan y al vino, vino. Este refrán nos dice que hay que mencionar a las cosas por
su nombre correcto.
Actualmente,
las cosas que oímos en los medios de comunicación nos han acostumbrado a referirnos
a las cosas que conocíamos con un nombre, de diferente manera a la que
estábamos acostumbrados.
Por
ejemplo: antes nos castigaban cuando hacíamos alguna travesura, ahora se
aplican correctivos.
Antes íbamos
a la discoteca, ahora los chavos van al antro.
Antes,
había pasos a desnivel, ahora se llaman deprimidos.
Antes teníamos
abuelitos, ahora son adultos en plenitud.
Antes
había prostitutas, ahora son sexo-servidoras.
Antes
la policía hacía razias, ahora son operativos.
Como
dice Eduardo Galeano en su libro “Patas arriba”:
Porque en este mundo patas arriba,
también las palabras han cambiado su significado.
Porque las palabras deben ser… políticamente correctas
El capitalismo luce el nombre artístico de…
… economía de mercado.
El imperialismo se llama ahora…
… globalización.
Las víctimas del imperialismo se llaman…
… países en vías de desarrollo.
El oportunismo se llama…
… pragmatismo.
La traición se llama…
… realismo.
Los pobres se llaman…
personas de escasos recursos.
La expulsión de los niños pobres del sistema educativo se conoce bajo el nombre de…
… deserción escolar.
El derecho del patrón a despedir al empleado sin indemnización ni explicación se llama…
… flexibilización del mercado laboral.
El lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres entre…
… los derechos de las minorías…
… como si la mitad masculina de la humanidad fuera…
… la mayoría.
En lugar de dictadura militar, se dice…
… proceso.
Las torturas se llaman…
… apremios ilegales
O también…
… presiones físicas y psicológicas.
El saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de…
… enriquecimiento ilícito.
Los muertos en batalla son…
… bajas militares.
Y los civiles asesinados en la guerra se llaman…
… daños colaterales.
BIBLIOGRAFÍA
Eduardo Galeano, Patas Arriba, Catálogos, Buenos Aires, 1998.
… economía de mercado.
El imperialismo se llama ahora…
… globalización.
Las víctimas del imperialismo se llaman…
… países en vías de desarrollo.
El oportunismo se llama…
… pragmatismo.
La traición se llama…
… realismo.
Los pobres se llaman…
personas de escasos recursos.
La expulsión de los niños pobres del sistema educativo se conoce bajo el nombre de…
… deserción escolar.
El derecho del patrón a despedir al empleado sin indemnización ni explicación se llama…
… flexibilización del mercado laboral.
El lenguaje oficial reconoce los derechos de las mujeres entre…
… los derechos de las minorías…
… como si la mitad masculina de la humanidad fuera…
… la mayoría.
En lugar de dictadura militar, se dice…
… proceso.
Las torturas se llaman…
… apremios ilegales
O también…
… presiones físicas y psicológicas.
El saqueo de los fondos públicos por los políticos corruptos responde al nombre de…
… enriquecimiento ilícito.
Los muertos en batalla son…
… bajas militares.
Y los civiles asesinados en la guerra se llaman…
… daños colaterales.
BIBLIOGRAFÍA
Eduardo Galeano, Patas Arriba, Catálogos, Buenos Aires, 1998.
1 comentario:
Muy cierto, pero solo es una parte, pues no solo debemos llamar a las cosas por su nombre, también construir las frases de manera correcta: “mi asunto es muy importante”, en vez de “mi asunto es bien importante”. Ya en una ocasión escuché un programa donde el tema se enfocaba sobre los bienes materiales y los espirituales, y una de las partes enfatizó que “el amor es un bien bien importante”(????)
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