La
violencia que vivimos tiene muchas caras. No es necesario estar en medio de una
balacera, o ser acosados por un secuestrador, o ser asaltado en la calle, o
sufrir la extorción de un drogadicto. La violencia se vive muchas veces dentro
de casa, donde muchas veces hay maltrato físico a la esposa, al esposo, a los
hijos, a los adultos mayores, a la trabajadora doméstica. En casa se viven
situaciones de acoso y abuso sexual. El marido que abusa de “su mujer” y la
golpea. La mujer que acepta esta situación porque es “su marido” y puede hacer lo
que quiera con ella. La Mamá les grita y golpea a los hijos. El hermano
mayor le grita y golpea al menor, el
hermano menor le grita y golpea al perro y salen a la calle a matar pájaros.
Los
niños. Pensamos que es en la calle donde corren más riesgo de sufrir abusos,
pero es en casa en donde se cometen la mayoría de abusos a menores, por parte
de hermanos, padres o parientes cercanos. Que no siempre se denuncian. Que se
guardan como secreto familiar y el culpable permanece impune y la víctima se
convierte en culpable.
En
Estados Unidos, según estadísticas del FBI, cada minuto es violada una mujer, y
una de cada cuatro niñas menores de 4 años sufren abuso sexual. En México, 70 %
de las agresiones sexuales a menores son cometidas por personas cercanas a la
víctima, el 35% de los agresores son familiares. En Costa Rica, el 95% de las
embarazadas menores de 15 años fueron víctimas de incesto. En Brasil, se ha
disparado el número de mujeres que denuncian agresión sexual dentro de las
cuales, el incesto es generalizado en todks los sectores de la sociedad
brasileña.
En
América Latina, solo se denuncia la cuarta parte de las agresiones sexuales.
La
seguridad en casa debe comenzar con la confianza de los niños para denunciar o
platicar sobre las actitudes agresivas de las personas con quienes viven o
frecuentan.
Mucho ojo, eh?