¿Encuentras a Somalia en el mapa? Es un país pequeño, en el
llamado cuerno de África, con diez millones de habitantes.
Es también tu país, porque en Somalia y los países vecinos, nacieron los primeros seres humanos, antepasados de toda la humanidad. Y desde Somalia y los países vecinos migraron y fueron habitando todo el planeta.
Somalia, como toda África, fue la gran víctima de Europa. Durante cinco siglos los países europeos traficaron carne humana. Arrancaron de su tierra a millones de seres humanos y los vendieron como animales en los puertos de América. El repugnante comercio de esclavos y esclavas duró hasta hace muy poco, hasta finales del siglo 19.
Todavía en el siglo 19, Somalia era colonia de Inglaterra, Italia y Francia. En 1960, después de haber saqueado todo lo posible, los países colonizadores aceptaron la independencia de la República de Somalia.
La tranquilidad duró poco. Apenas nueve años después de proclamada la independencia, el golpe militar de Siyad Barre acabó con la naciente democracia. Siyad Barre fue, a su vez, derrocado en 1991. Y desde entonces hasta hoy dura la guerra civil entre los clanes. Veinte años de violencia que han dejado al país en ruinas con más de 300 mil muertos y un millón y medio de desplazados.
Es también tu país, porque en Somalia y los países vecinos, nacieron los primeros seres humanos, antepasados de toda la humanidad. Y desde Somalia y los países vecinos migraron y fueron habitando todo el planeta.
Somalia, como toda África, fue la gran víctima de Europa. Durante cinco siglos los países europeos traficaron carne humana. Arrancaron de su tierra a millones de seres humanos y los vendieron como animales en los puertos de América. El repugnante comercio de esclavos y esclavas duró hasta hace muy poco, hasta finales del siglo 19.
Todavía en el siglo 19, Somalia era colonia de Inglaterra, Italia y Francia. En 1960, después de haber saqueado todo lo posible, los países colonizadores aceptaron la independencia de la República de Somalia.
La tranquilidad duró poco. Apenas nueve años después de proclamada la independencia, el golpe militar de Siyad Barre acabó con la naciente democracia. Siyad Barre fue, a su vez, derrocado en 1991. Y desde entonces hasta hoy dura la guerra civil entre los clanes. Veinte años de violencia que han dejado al país en ruinas con más de 300 mil muertos y un millón y medio de desplazados.
Somalia es hoy un país sin instituciones ni ley. Transparencia Internacional lo
ha calificado como el más corrupto del mundo. El más empobrecido del mundo
también.
A la guerra entre los clanes, se sumó la intervención norteamericana, los acostumbrados abusos del Fondo Monetario y el Banco Mundial, y las atrocidades cometidas por los cascos azules de Naciones Unidas.
Y a esto se sumó el fanatismo religioso de la milicia de Al Shabab que pretende instalar un régimen islámico con la “sharia”, una ley intolerante que prohíbe la música, el fútbol y los sujetadores. Una ley despiadada hacia las mujeres y hacia los extranjeros.
Y al fanatismo religioso se sumaron los bombardeos norteamericanos buscando terroristas y la venta libre de armas en Mogadiscio, la capital.
Y a tantas calamidades se suma ahora la sequía, la peor en décadas. Paisajes desérticos, árboles secos, pueblos enteros sin una gota de agua, animales muertos por los caminos. Niños muertos también.
A la guerra entre los clanes, se sumó la intervención norteamericana, los acostumbrados abusos del Fondo Monetario y el Banco Mundial, y las atrocidades cometidas por los cascos azules de Naciones Unidas.
Y a esto se sumó el fanatismo religioso de la milicia de Al Shabab que pretende instalar un régimen islámico con la “sharia”, una ley intolerante que prohíbe la música, el fútbol y los sujetadores. Una ley despiadada hacia las mujeres y hacia los extranjeros.
Y al fanatismo religioso se sumaron los bombardeos norteamericanos buscando terroristas y la venta libre de armas en Mogadiscio, la capital.
Y a tantas calamidades se suma ahora la sequía, la peor en décadas. Paisajes desérticos, árboles secos, pueblos enteros sin una gota de agua, animales muertos por los caminos. Niños muertos también.
Hambre en Somalia. Miles y miles huyen cada día hacia la capital, Modadiscio.
Hacia Kenia, hacia cualquier parte. En estos tres últimos meses, han muerto 30
mil niños y niñas por hambre. 800 mil más están condenados a morir en pocos
días.
Hambre en Somalia y cinismo en los países ricos. Un avión bombardero B-2 cuesta
2,400 millones de dólares. Con el precio de un solo avión B-2 podrían comer los
800 mil niños y niñas somalíes, los condenados a muerte por hambre. Podrían
comer durante cinco años.
Los países que más saquearon a Somalia fueron Inglaterra, Italia y Francia.
Estos tres países tienen un presupuesto militar anual de 200 mil millones de
dólares. Solamente con que renunciaran al 1 por ciento de ese gasto militar,
sólo con el 1 por ciento, podrían salvarse las vidas de todos los niños y niñas
de Somalia.
El presidente Obama, que no tuvo reparos en recibir el Premio Nobel de la Paz,
presentó el presupuesto militar gringo para el 2011, el mayor de toda la
historia. Un presupuesto de 700 mil millones de dólares. Con ese presupuesto
podría comer toda la población de Somalia, los diez millones de somalíes,
durante 100 años.
Cinismo de los gobiernos que se llaman cristianos. Y cinismo de las iglesias
que se llaman cristianas. El Papa Benedicto 16 exhortó al mundo a no olvidarse
de las víctimas de la hambruna africana. Pero la visita del Papa a Madrid ha
costado 60 millones de euros. Con ese dinero se salvarían miles de vidas
africanas.
Está bien. Que el Papa viaje a Madrid. ¿Y por qué, antes de viajar, no subastó
una de las innumerables y ostentosas custodias que se amontonan en el Vaticano,
custodias fundidas con oro y diamantes robados de África? Con el precio de una
de esas joyas inútiles podrían comer todos los niños y niñas de Somalia, que
son los verdaderos templos de Dios.
BIBLIOGRAFÍA.-